La navidad se adelanta!

Felicidad empaquetada...

Hoy comenzaré mi entrada diciéndoos que me he comenzado el día super feliz, ?Por qué? pues porque me ha despertado la llamada de teléfono de mi casera, diciéndome que tenía en su despacho un paquete esperándome. Así que como no podía ser de otra forma, he salido corriendo de mi habitación y  he ido a recogerlo.

Era un paquete marrón, que me ha hecho sufrir un poco para abrirlo, porque había precinto, plásticos papeles y de todo por todos lados. Cuando lo he conseguido abrir, ¡SORPRESA! había todo con lo que llevo soñando desde que vine (o en su caso desde que empezó a hacer frío): jerseys calentitos de lana, mis botas de la montaña, comiditas ricas, mis esmaltes de colores... Se me saltaban las lágrimas de alegría cuando he visto mi nueva pasmina negra (lo muchísimo que la había echado yo de menos). Total que como bien indica el título de mi entrada de hoy, para mi ha sido como si hubiesen venido los reyes magos, o en su caso Sankt Nikolaus.

Encima para redondear el momento feliz, la casera me ha devuelto los 2€ que me había robado la lavadora la semana pasada, me ha dicho que por lo visto tienen bastante bien enseñadas a las lavadoras a robar y no soy a la única que le han sacado el dinero y no han lavado nada... Así que mi consejo es el siguiente: Cuidado con las lavadoras austriacas, que lavar no lavan mucho, pero cobrar se les da de miedo.

Las tortillas con sus cocineros

Por último os voy  a contar un poco sobre la cena internacional del martes, la verdad es que fue un evento super interesante, asistimos 100 personas de diferentes nacionalidades , cada uno teníamos que llevar un plato típico de nuestro país para que los demás pudiesen degustarlo. Yo me decanté por la mítica tortilla de patatas de toda la vida. Nos lo pasamos muy bien hablando con todo el mundo y preguntando que era lo que estábamos comiendo. Yo comí comida de: Turquía, Croacia, Serbia, Bosnia, República Checa, Alemania, México, Bélgica, Finlandia, Suecia, Francia, Reino Unido, Estados Unidos, Austria, Hungría, Italia y China. Estoy segura que algún país me estoy dejando en el tintero, pero ahora mismo no caigo. 

He de decir que estaba todo delicioso, y que probé algunos platos que quizás en otras circunstancias no me hubiese atrevido a probar, y la verdad es que mi madre tenía razón cuando me decía: "Para decir que no te gusta tienes que probarlo primero"; porque muchas veces nuestro prejuicios nos juegan malas pasadas.

Mi entrada de hoy va a ir dedicada íntegramente a mi mami y a mi papi (y a Lorena y el nene también para que no me ladren cuando llegue), por haberme hecho tan feliz mandándome un paquete que me ha hecho sentirme más cercana a casa cuando lo he abierto. 

Y eso es todo desde Graz, que paséis un buen fin de semana!